sábado, 9 de junio de 2007

Si no regresan… ¡Nosotros pagamos!

Uno de los principales obstaculos para lograr ampliar los programas de visas para los trabajadores temporales que tanto se necesitan, por ejemplo de Centro América a los Estados Unidos, es la falta de confianza que los países receptores tienen con respecto a la capacidad de supervisión de sus propias autoridades fronterizas. Esto es algo que necesita ser remediado.

Por cuanto el inmigrante constituye para el país receptor básicamente un extraño, lo lógico es que busquemos mas en el país que los envía y para quien ese emigrante es un compatriota, un vecino, la manera de garantizar su retorno oportuno.

En tal sentido la fundación Voice and Noise que presido se encuentra actualmente desarrollando una opción por medio de la cual aseguradoras privadas de Centro América ofrecerá indemnizar a los Estados Unidos de América con una suma importante de dinero (mínimo cien mil dólares) por cada inmigrante cubierto por un programa de visa temporal determinado, que no pueda evidenciar haber retornado a su país dentro de los plazos previstos.

¿Estaríamos hablando de un programa que puede ser objetable desde una perspectiva de derechos humanos? En absoluto, todo lo contrario. Dado que las primas del seguro serían pagaderas por los propios trabajadores beneficiarios del programa de visas y que las primas contemplan sustanciales descuentos basados en el buen comportamiento colectivo, más bien lo que se logra es adecuar la estructura de incentivos.

Cuando informalmente converse con algunos asistentes a una conferencia de alto nivel sobre la inmigración, la idea esta fue recibida con muchísimo entusiasmo justamente como una expresión de ese tipo de “public-private-partnership” que tanto se necesita. De igual manera las empresas de seguro se han mostrado tan interesadas que un empresario visionario llego hasta decir que “si estos trabajadores reinvierten parte de sus ingresos construyéndose un capital representado por una casa aquí, de repente hasta podría darle su cobertura de manera casi gratuita”.