Demanda imparable
Simultáneamente leemos con frecuencia como se les hace cada vez más difícil a los países desarrollados cubrir los costos de sus promesas sociales, ante nada por los cambios demográficos, donde habrán más y más viejitos que cuidar… y para viejos vamos todos.
Al igual que vemos personas con iniciativa, que deciden no permanecer en un país que no les ofrece posibilidades y emigran; los enfermos y las personas mayores, que no tienen como cubrir un costo de vida demasiado alto, resultan igualmente imparables cuando de repente se les presentan alternativas. Estas diferencias en costos siempre han existido, lo único es que ahora, gracias a la Internet, todos tienen acceso a la información al momento, desde casa y a un costo cero.
Lo anterior indica que habrá cambios muy importantes en la manera como se prestan los servicios personales al nivel mundial… y muchas oportunidades económicas para algunos países. No es que sugiera que el consumidor viaje por un corte de pelo, pero aún en este caso podría ser que el ahorro obtenido pueda financiarle una buena parte de su turismo.
¿Y dónde quedaremos nosotros? Es difícil decir por cuanto las mismas oportunidades las tienen muchos otros países... a ver quién puede y quién quiere. Para comenzar y aún cuando la respuesta concreta sólo la puede dar el sector privado, el Estado tiene un rol fundamental, facilitando las condiciones de seguridad personal mínimas exigidas, algunos programas para facilitar la obtención de visas y exenciones de impuestos a los retirados mayores de 60 años y, ante nada, la declaración firme y contundente de que este sector económico será considerado como de prioridad fundamental para el país... jamás inferior en importancia que la agricultura y la industria