jueves, 4 de noviembre de 2004

Demanda imparable

El Washington Post publicó la historia de un americano enfermo del corazón, a quien le presupuestaron un costo de 200.000 dólares por operarlo en los Estados Unidos. Al no tener el dinero, se fue a la India, donde por apenas 10.000 dólares, pasaje incluido, le implantaron exitosamente una válvula y además pudo visitar el Taj Mahal. Otro ciudadano en Canadá, que debía esperar tres años para operarse la cadera, le cotizaron 23.000 dólares en los Estados Unidos, pero también se decidió por la India y todo le salió por 5.000 dólares…dice el artículo que incluso fue recibido en el aeropuerto y alojado en un cuarto privado con internet.

Simultáneamente leemos con frecuencia como se les hace cada vez más difícil a los países desarrollados cubrir los costos de sus promesas sociales, ante nada por los cambios demográficos, donde habrán más y más viejitos que cuidar… y para viejos vamos todos.

Al igual que vemos personas con iniciativa, que deciden no permanecer en un país que no les ofrece posibilidades y emigran; los enfermos y las personas mayores, que no tienen como cubrir un costo de vida demasiado alto, resultan igualmente imparables cuando de repente se les presentan alternativas. Estas diferencias en costos siempre han existido, lo único es que ahora, gracias a la Internet, todos tienen acceso a la información al momento, desde casa y a un costo cero.

Lo anterior indica que habrá cambios muy importantes en la manera como se prestan los servicios personales al nivel mundial… y muchas oportunidades económicas para algunos países. No es que sugiera que el consumidor viaje por un corte de pelo, pero aún en este caso podría ser que el ahorro obtenido pueda financiarle una buena parte de su turismo.

¿Y dónde quedaremos nosotros? Es difícil decir por cuanto las mismas oportunidades las tienen muchos otros países... a ver quién puede y quién quiere. Para comenzar y aún cuando la respuesta concreta sólo la puede dar el sector privado, el Estado tiene un rol fundamental, facilitando las condiciones de seguridad personal mínimas exigidas, algunos programas para facilitar la obtención de visas y exenciones de impuestos a los retirados mayores de 60 años y, ante nada, la declaración firme y contundente de que este sector económico será considerado como de prioridad fundamental para el país... jamás inferior en importancia que la agricultura y la industria